jueves, 2 de junio de 2016

BORGES



Este Borges de siempre no declina.
Es conciso. Se interna en la lectura
de los libros. Y en su magistratura
nos declara fervor y disciplina.

Nos inunda su voz. Nos encamina
hacia ríos de tinta y escritura.
Indagando su hacer, su asignatura
nos infunde valor en la retina.

Y nos habla de dioses y de glosas.
De su fascinación por lo profundo,
inquietando por hombres y por cosas.

Si dichoso no fue ser tan fecundo,
sus lecturas son pétalos de rosas
que propone sembrar para este mundo.


    Del libro "Con el calor de la mirada" página 65

No hay comentarios:

Publicar un comentario