miércoles, 25 de mayo de 2016

Ala de inspiración o Granada

Era sólo la forma o el poema.
Y aquella luna nueva que llega hasta la Alhambra
cortejada de estrellas nupcialmente.
Quizás, dentro, Granada, sin límites
sobre el nivel del mar restituida.
Y en cada plenitud de la blancura,
lo que nunca se dijo de lo hondo de los ojos:
lo que se ve y se aleja quedándose ya dentro,
como un azul que nos mirara
de lo que ya era blanco
porque era lo rojo de Granada.
Limitación de ser lo singular,
lo único que brilla como perla o rubí
dentro del aire, como una precisión
para ser sólo vida en medio de los siglos
o poesía inaccesible
(gota de agua, espacio o cal iluminada),
lo que es antiguo y caro,
mármol y yesería o creación mínima
y estancia de los dioses.

"Con el calor de la mirada" portada de mi libro de poesía.



A este libro variado en su conjunto, han ido llegando sus poemas como queridas hojas de otoño, que fueron haciendo su honor por la senda callada de poemarios corporativos. Desde ella, sin queja o con dolor, el consuelo de la memoria, hecha gratitud, se consolida en lo que fue el corazón de todos; aireando el perfume de sus fluviales y rosáceas amapolas.
     Nada en ello su color sustituye la interrogación de su variedad, pese a los inconexos registros que lo integran, ya que fueron ejecutados en momentos de distintas conjeturas. A sus poemas, unos más que en otros, el hombre aflora con su presencia y fondo reclamado. Y es unánime en cuanto a los ejemplos alusivos de participación o inclusión definitiva del lector, aunque sin derecho a nada que lo justifique.
     Todo coincide en una identidad meditada sobre el decurso de las ideas. Aconteciendo su cordial significado en el lugar común de los copiosos atardeceres. Donde aparece la germinación del oportuno verso inesperado. A veces conmovido, como atributo fundamental del íntimo proceso evocador.
     A ellos, estas líneas de agradecimiento, por haber hecho posible su floración. El encuentro en todos los lugares vinculados, hoy, como evocación, me ayuda con el mismo gesto emotivo, a exteriorizar mi mejor manera de reconocer el gratificante acierto de haber existido. Este libro es buena muestra de lo que puede representar en los hombres la pasión inequívoca que ocupa el ancho merecer de la felicidad compartida.

                                                                            El autor
     


                                                   
                                       
Guadalturia Ediciones. Primera edición, Otoño 2015







lunes, 23 de mayo de 2016

Aquí estamos



Aquí estamos. En este sitio cálido.
Donde arrullan las aves
cuando el sol amanece.
E invitando a querernos por la tarde.

Yo creo que estoy aquí y que te miro,
desde que sale el sol hasta la noche.
Aunque a veces parezca
que están todas las luces apagadas.

                                   Inédito