AL HOMBRE DE LA SIERRA DEL SUR
Desde el estrecho valle
la pedregosa sierra se remonta;
y el hombre que camina
-lleva la piel curtida por el sol-
y la esperanza puesta.
Arrugada la frente campesina
de mirar el vacío, la ausencia de la vida.
De Carcabuey hasta Doña Mencía
delante de su mula.
Espera la cosecha; mira al cielo,
y suspira... ¡La vida es dura!
Y sigue caminando detrás de la perrilla,
que huele los majuelos crecidos
al borde del camino. Sueña.
Los álamos se pierden a la vista.
-Es la fisonomía de su estructura-:
Luque, Zuheros, Cabra y Priego
de Córdoba callada, con Iznájar
y Rute. ¡Qué buen vino del Sur!
Parece que brota la semilla romana
y árabe andaluza. Amarillea la tierra
con la que lucha el hombre a la porfía,
sabiendo que al final será vencido.
(Del libro "Con el calor de la mirada"
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