jueves, 8 de diciembre de 2016
CERVANTES
Con voz tan entonada y viva,
que piensen que soy cisne y que me muero.
Miguel de Cervantes
Sin gloria ni fortuna regresó de Argel.
Llevando ya la cruz de la tortura
y sintiéndose libre de los muros
retorna, haciéndose valer por sus honores.
Y en Écija arribó
requisando de oficio toda suerte;
ganando por centímetro cuadrado
la misma paga que dan los sinsabores.
Y aquel hombre de amor y de bondad
como es notorio, de persistencia dura,
se fue llenando de todo lo execrable
y aquellas enseñanzas que dan los desengaños.
Halló trapisondistas a millares
y se topó de frente con la curia
o todo el infortunio que dan los privilegios
marrulleros, la excomunión, de pronto, por azote.
Hizo cumplir las leyes con la ley: eso hizo.
Y por poco le dan el purgatorio para él solo...
Y empezó a platicar con Sancho Panza
y a pensar en voz baja, igual que don Quijote.
De mi libro "Con el calor de la mirada" Guadalturia 2015 pág. 31
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